Artículo décimo primero de la serie que estamos dedicando a ayudar a los pacientes que sufren depresión, en el que comentaremos aspectos sobre otro hábito que se ha mostrado beneficioso para la recuperación de este tipo de pacientes como es la adecuada gestión del sueño.
El dormir de forma adecuada, tanto en calidad como en cantidad, tiene grandes beneficios para la salud, como proteger al corazón, ayudar a la pérdida de peso o mantener la mente en estado óptimo. Por ello un paciente de depresión debe esforzarse en tener un sueño adecuado, para lo que las recomendaciones que vamos a exponer pueden serle de utilidad.
En primer lugar debemos comentar que, con carácter general, una persona debe dormir entre 7 y 9 horas al día. Puede haber excepciones a esta norma, pero la mayoría de las personas deben dormir no menos de 7 horas, ni más de 9 horas al día, y este sueño puede ser educado por la persona, de tal forma que si acostumbramos a dormir siempre a la misma hora, nuestra mente, con el tiempo, llegada a esta hora, nos pedirá ir a dormir.
Otro hábito que relaja para poder dormir es leer un poco. Por ello, aconsejamos tener en la mesita de noche algún libro o revista para poder leer algo antes de dormir. No se recomienda leer en dispositivos electrónicos, pues la luz de estos aparatos provoca el efecto contrario del que perseguimos con la lectura.
Hay personas que al escuchar la radio en la cama a un volumen muy bajo pueden coger antes el sueño. Lo ideal es que la radio se desconecte automáticamente en un periodo máximo de una hora, pues si estamos toda la noche con la radio encendida puede hacer que no consigamos un sueño lo suficientemente profundo como para que sea reparador.
Y hay días en que no hay forma de coger el sueño. En estos casos, lo mejor es no ponerse nervioso ni desesperarse, pues tiende a agravar la situación. Así pues, puedes cambiar de habitación, o tomar una bebida caliente tipo infusión para relajarte, o hacer alguna actividad, cómo leer o ver la televisión y esperar de forma relajada a que el sueño haga su aparición.
Si dormimos durante el día, es muy probable que haga que, a la hora de acostarnos, no tengamos sueño. Por ello, se desaconseja dormir siestas largas; como mucho se puede dormir una pequeña siesta de 20 o 30 minutos, que pueda ayudar a relajar la mente, pero sin alterar mucho el sueño nocturno.
Y tampoco debemos consumir sustancias excitantes, cuyos máximos representantes son la cafeína y el tabaco, sobre todo durante la tarde, ya que pueden hacer que nuestro deseado sueño en la noche se afecte de manera sustancial.
En resumen, una persona necesita dormir por la noche para mantener una actividad normalizada durante el día, y el dormir de forma adecuada, tanto en cantidad como en calidad de sueño, ayudará al paciente con depresión. Recordamos las recomendaciones generales expuestas en este artículo: acostarse siempre a la misma hora, leer un poco antes de dormir, escuchar la radio a volumen muy bajo y durante un máximo de 60 minutos, cambiar de habitación o realizar alguna actividad relajante si alguna noche no puedes dormir, no dormir durante el día, si acaso echar una pequeña siesta de como máximo 30 minutos, y evitar sustancias excitantes como café y tabaco durante la tarde.
viernes, 26 de mayo de 2023
Artículo DEPRESION 11 - Gestión del sueño
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario