En este artículo, el número 4 de la serie dedicada a NOTICIAS SOBRE SALUD, se tratará sobre la celebración anual del día Mundial contra el cáncer. Para aquellas personas que no sepan qué ocurre en esta enfermedad, podría definirse el cáncer como el crecimiento incontrolado de determinadas células de nuestro organismo, y que van invadiendo todos los tejidos que encuentran a su paso, pudiendo llegar a originar daños irreparables. Los tratamientos oncológicos, como la quimioterapia o la radioterapia, van a tratar de controlar dicho crecimiento, pudiendo llegar a ser necesaria en muchos casos, y cuando las condiciones lo justifiquen, la intervención quirúrgica para extirpar las células tumorales.
Vamos en primer lugar a justificar la elaboración de este material informativo dirigido a pacientes.
Cada año, se dedica el día 4 de Febrero a conmemorar el día mundial contra el cáncer, con la intención de que nuestras sociedades no se olviden de esta terrible enfermedad ni de quienes la padecen, junto con sus familiares y personas más allegadas. Las enfermedades oncológicas pueden ser desencadenadas por algunos hábitos nocivos, y también puede disminuir su probabilidad de aparición mediante la observación de algunos hábitos de vida saludables.
Con la elaboración de estos materiales, el equipo de la Farmacia de la Mulilla intenta difundir esos hábitos saludables con la esperanza de ayudar en la lucha contra la aparición de estas enfermedades.
Los avances de la ciencia en la lucha contra el cáncer han sido importantes en los últimos tiempos, pero aún queda mucho camino por recorrer. Debemos confiar en las personas e instituciones que ponen todo su esfuerzo en la investigación científica, clave para que estas enfermedades ya no sean tan dolorosas para la humanidad.
Desde aquí enviamos a los enfermos, sus familiares y entorno más próximo, todo nuestro apoyo, solidaridad, reconocimiento y ánimo en su lucha. No estáis solos. Entre todos trataremos de conseguir la curación de esta enfermedad.
Así, los mensajes que queremos transmitir, emitidos desde las sociedades médicas de más alto prestigio, son los 5 hábitos de vida saludable que han mostrado eficacia en reducir el riesgo de padecer cáncer.
El primero es evitar la exposición directa y prolongada frente a las radiaciones solares. Los mayores dicen que ahora el sol está más fuerte que antes. No les falta razón. Lo que ocurre es que la atmósfera que rodea a la tierra, que ejercía una función protectora frente a determinadas radiaciones solares nocivas para las personas, ya no nos protege tanto como antes.
Así, si vamos a disfrutar de la playa, la montaña, o cualquier actividad en la naturaleza, debemos protegernos de esa radiación solar que puede llegar a ser maliciosa para nuestro cuerpo. Debemos emplear alguna protección física, como por ejemplo sombrillas, gorras, o prendas que cubran nuestra piel; pero si lo que queremos es disfrutar del sol, nuestra recomendación es no exponernos en las horas centrales del día, evitando tomar el sol entre las 13 y las 18 horas de los días de verano, y emplear protección solar, mínimo del factor 30, para neutralizar esa radiación peligrosa. La protección solar debe renovarse cada 2 horas.
¿Qué riesgo comporta no protegerse de la radiación solar? Pues nuestra piel, al absorber esa radiación peligrosa, puede enfermar de un tipo de cáncer llamado melanoma, y traer consigo importantes consecuencias para nuestra salud.
Segundo hábito de vida saludable: no fumar, intentando evitar los ambientes cargados de humo.
El tabaco tiene demostrada su implicación en la aparición de varios tipos de cáncer, sobre todo de pulmón, boca, lengua o garganta. Si es usted una persona fumadora, debe ir planteándose dejar ese hábito tan perjudicial para su salud. Fumar no trae más que complicaciones, tanto para usted como para su entorno familiar. Pida ayuda. Las terapias para dejar de fumar están ya incluidas en la cartera de servicios de la sanidad pública, y están realizadas por profesionales que le orientarán en su camino, incluso si necesita ayuda de tipo farmacológico. Por su bien, deje de fumar.
Y algo parecido podríamos decir del alcohol. Si queremos reducir el riesgo de padecer un cáncer, y éste es el tercer hábito de vida saludable, debemos evitar el consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo las de más alta graduación, ya que están relacionadas con la aparición de algunos tipos de cáncer, sobre todo del aparato digestivo y de mama.
Hasta aquí llegan las recomendaciones de lo que debemos evitar, y comienzan las de acciones activas que debemos hacer si queremos disminuir el riesgo de padecer un cáncer. Y la primera de ellas es incluir la actividad física en nuestra rutina diaria.
Actividad física adecuada a nuestra edad, limitaciones y condición física. Pero todo el mundo puede incrementar su nivel de actividad física, que en muchos casos parte desde unos niveles de inactividad o sedentarismo preocupantes. Estamos diseñados para la actividad, y su práctica diaria no tiene más que repercusiones positivas en nuestra salud en general, y en particular en la reducción de padecer algunos tipos de cáncer asociados sobre todo al sobrepeso y la obesidad.
Y el quinto y último hábito de vida saludable para reducir el riesgo de padecer cáncer es el seguir una alimentación moderada y saludable. En la calificación de moderada, nos referimos a que debemos ser conscientes de que, en general, tomamos más cantidad de alimento de la que nuestro organismo necesita, lo que puede hacernos aumentar de peso. Si nuestro peso está por encima de lo recomendable, debemos acostumbrar a nuestro cuerpo a comer menos cantidades de alimentos de las que estamos ingiriendo actualmente. Por ejemplo, los platos deben llenarse menos de comida.
Y en lo de saludable, en que deben priorizarse el consumo de frutas, verduras, legumbres, pescados y carnes de bajo contenido graso. En cuanto a las técnicas de elaboración, se debe priorizar las técnicas bajas en grasa, como por ejemplo plancha, asado, cocción y vapor. Igualmente, debemos eliminar de nuestra dieta las comidas ricas en grasa y los alimentos ultraprocesados, que suelen tener mucho contenido calórico e influir en nuestro estado de sobrepeso o incluso obesidad.
En resumen, los cinco hábitos de vida saludable para reducir el riesgo de padecer cáncer son: 1) Evitar el sol, y usar protección solar en caso de exposición directa y prolongada; 2) No fumar, y evitar los ambientes cargados de humo; 3) No consumir bebidas alcohólicas, sobre todo las de más alta graduación; 4) Incorporar la actividad física a nuestra rutina diaria; y 5), llevar una alimentación moderada y saludable para tratar de evitar el sobrepeso y la obesidad.
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