martes, 1 de febrero de 2022

Artículo DIABETES 15: Actividad física del paciente diabético


 

Decimoquinto artículo dedicado a la diabetes, en el que nos centraremos en la importancia que, para el paciente diabético, tiene la actividad física, para conseguir mantener controlados sus niveles de glucosa en sangre, y por tanto su enfermedad.

Hacer actividad física con regularidad es algo que el paciente diabético debe plantearse con mucho interés, dados los grandes beneficios que le puede aportar.

Con la actividad física, sus células se vuelven más receptivas a la acción de la insulina, por lo que pueden funcionar mucho mejor, ya que se activan otros mecanismos complementarios para obtener glucosa desde la sangre, con lo cual bajan más sus niveles.


De esta forma, si se practica ejercicio físico con regularidad, los niveles de glucosa en sangre disminuirán, y el control de las cifras de hemoglobina glicosilada también mejorará. Y con ello, es posible que se necesite menos medicación para el control glucémico.

La actividad física puede ser muy beneficiosa para otras patologías; así, será bueno para sus cifras de tensión y colesterol, insomnio, estrés, depresión, músculos, huesos, articulaciones, corazón, etc, además de ayudar a mantener el peso adecuado.

Los beneficios de la actividad física comienzan a observarse desde los primeros días de practicar.

Esta actividad física ha de estar adecuada a nuestra edad y condiciones físicas. No es lo mismo la actividad de una persona joven y con peso adecuado, que la de una persona mayor con sobrepeso, obesidad, o con patologías en sus articulaciones.

Hay actividades que se pueden hacer a cualquier edad y condición, de entre las que destacan la de caminar, a ser posible a buen paso. La Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 5000 pasos al día, en un paseo continuado, lo que podría equivaler a una caminata de una hora.

Las tecnologías actuales nos pueden ayudar a saber cuántos pasos realizamos el cabo del día, como por el ejemplo, nuestro teléfono móvil.

Otras actividades que no requieren excesivo esfuerzo, y que ayudarían mucho al paciente diabético, pueden ser la práctica de yoga, pilates, taichi, natación, etc.

Anímese, paciente diabético, busque a gente de su entorno que le acompañe a realizar esta actividades físicas, seleccione la que mejor se adecue a sus gustos y condición física, y dé el paso hacia un mejor control de su diabetes.

El sedentarismo y la falta de actividad física son unas de las causas de enfermedades cardiovasculares, y enemigos de su diabetes.

En resumen, el paciente diabético debe asumir que la actividad física es algo muy bueno para su enfermedad, que le ayudará a mejorar sus parámetros de control, y contribuirá a necesitar menos medicación para conseguir que la diabetes no sea una enfermedad que condicione su estado de salud general.


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