Sexto artículo de los dedicados a la depresión, en el que comentaremos las características más destacadas de la medicación empleada para combatir la depresión.
Este tipo de medicación va a actuar a nivel de determinadas sustancias cerebrales. Lo que se pretende es favorecer la presencia de las sustancias que predominan en los estados mentales positivos, para que el ánimo vuelva a estar en forma nuevamente.
En el cerebro hay siempre un equilibrio entre sustancias estimulantes y sustancias depresivas, y en el caso de la depresión, ese equilibrio está desplazado hacia las sustancias que llevan a una disposición pesimista del estado mental.
Estos tratamientos suelen requerir una administración prolongada, de al menos 6 meses. Lo mismo que no se llega a la depresión en un día, no se puede salir de ella con rapidez. La medicación quiere conseguir un cambio progresivo y duradero.
Hay enfermos que no toman este tipo de medicación pues piensan que ya la van a tomar de por vida, que su mente va a necesitarla siempre desde el momento en que la empiezan a tomar. Esto no es cierto, estas medicaciones no generan adicción. Lo que es cierto es que van a mejorar nuestro estado de ánimo, y las podremos dejar cuando y como nuestro médico nos lo indique.
El paciente no debe dejar estos tratamientos de forma no controlada por su médico, pues los síntomas de la depresión pueden regresar.
Las características de los medicamentos van a variar, y cada tratamiento tendrá unas normas adecuadas en cuanto a dosis, número de tomas al día y duración del tratamiento. No nos dejemos influir por otras personas que tomen otros tratamientos. Cada paciente necesitará una medicación y una forma de tomarlo. Y lo que en un paciente puede ser lo más adecuado, para otro puede no serlo tanto.
Puede ocurrir que aparezcan al principio algunos efectos no deseados. En general suelen ser leves y desaparecer al poco tiempo. Si cree que la medicación que le han indicado le puede estar provocando alguno de estos efectos, no dude en comentárselo a su médico por si éste estima conveniente un cambio en la medicación o en sus condiciones de administración.
Lo mejor para obtener el efecto antidepresivo, con las menores posibilidades de efectos no deseados, es seguir las recomendaciones que nos proporcione el médico sobre el medicamento, la dosis más adecuada, y el tiempo de empleo.
En resumen, estos tratamientos van a tratar de poner la mente en modo positivo. Se disponen de muchos fármacos, eficaces y seguros, para el tratamiento de la depresión. Quién mejor conoce cual de estos tratamientos es el mejor para su estado es su médico, y en su farmacia tendrá un aliado si necesita aclarar alguna información sobre estos medicamentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario