En este artículo, séptimo de la serie dedicada a la artrosis, vamos a recomendar una serie de ejercicios que han demostrado su beneficio para los pacientes de artrosis, específicos para las articulaciones que mayor influencia tienen en el estado general de este tipo de pacientes. Ya hemos comentado en episodios anteriores que mantener activa la articulación artrósica impide que la degeneración vaya a más. Así, si tenemos artrosis en las rodillas, mantener las rodillas en movimiento hará que, dentro de su enfermedad, la dificultad en la movilidad sea menor.
Estos ejercicios deben realizarse en general de forma lenta y pausada, sobre todo al comenzar a realizarlos, ya que los movimientos bruscos pueden traer más complicaciones que beneficios.
Vamos a dividir esta sesión en función de las partes de cuerpo que vamos a ejercitar. Así, comenzaremos con los ejercicios de las piernas, tratando de dar movilidad sobre todo a las rodillas y a las caderas. Continuaremos con ejercicios de las manos y muñecas, finalizando con ejercicios para el cuello.
En estos primeros ejercicios, diseñados para las piernas, vamos a partir de posición tumbada, con la espalda hacia el suelo, y deberemos repetir los ejercicios varias veces, todas las que podamos, primero con una pierna y luego con la otra.
Primer ejercicio: doblar la rodilla hacia el tronco, manteniéndola doblada unos segundos; seguidamente, la estiramos con suavidad y bajamos la pierna a la posición inicial. Lo repetimos con la otra pierna, y varias veces, tantas como podamos hacerlo. Nuestro cuerpo, al ir notando el beneficio de estos ejercicios, nos permitirá hacerlos con más repeticiones cada vez.
Segundo ejercicio: Sin separar el pie del suelo, flexionamos la rodilla para que suba, y una vez arriba, movemos la pierna hacia el interior y hacia el exterior, para mover así la articulación de la cadera. Una vez realizado, bajamos la pierna a la posición inicial, y lo realizamos ahora con la otra pierna. Repetiremos el ejercicio varias veces.
Tercer ejercicio: Con la pierna estirada, subimos todo el conjunto de la pierna hasta donde nos lo permita, aguantamos unos segundos con la pierna estirada, y bajamos la pierna despacito hasta la posición inicial. Cambiamos la pierna a ejercitar, y lo repetimos varias veces.
Cuarto ejercicio: Ahora, debemos ponernos boca abajo. Una vez que estemos cómodos, debemos doblar la rodilla hacia atrás buscando el cuerpo, lo que hará que subamos la pierna. Mantener unos segundos, y bajar lentamente la pierna. Cambiamos de pierna, y repetimos varias veces.
Y para el quinto ejercicio específico para las piernas, debemos buscar una mesa para poder sentarnos, de tal manera que las piernas no lleguen al suelo, quedando libres para así poder realizar mejor el ejercicio. Lo que debemos hacer entonces es subir y bajar la pierna, pero sin mover los muslos; o sea, flexionar las rodillas todo lo que podamos, desde posición cerrada hasta alineación total de la pierna. Cambiamos de pierna para hacer de nuevo el ejercicio, y repetimos varias veces.
Hasta aquí los ejercicios relativos a las piernas. Ahora nos vamos a dedicar a otras articulaciones que también sufren el ataque de la artrosis, como son en esta ocasión las manos. Así, trabajaremos las muñecas y los dedos, que poseen muchas articulaciones y a las que les vendrán fenomenal este tipo de ejercicios.
Primer ejercicio de manos: Cerramos los puños, y doblamos la muñeca hacia adelante y hacia atrás, el juego que nos permita la muñeca. Lo repetimos varias veces, y luego cambiamos de mano. Y ahora, repetimos el mismo ejercicio, pero en esta ocasión con las manos abiertas, extendiendo nuestros dedos.
Segundo ejercicio: Con las manos abiertas y los dedos estirados, giramos la muñeca hacia los lados, en todas las direcciones posibles, para ejercitar el máximo de articulaciones. Nuevamente, cambiaremos de mano para repetir el ejercicio con varias repeticiones cada vez.
Y tercer ejercicio de manos: Con la mano entreabierta, hacemos movimientos de rotación de la muñeca, en todas direcciones, varias veces, y luego cambiamos de mano.
Finalizados los ejercicios específicos de las manos, vamos a comenzar con las articulaciones en torno a la cabeza, sobre todo las vértebras del cuello. En este punto debemos advertir que estos ejercicios se han de realizar con mayor suavidad que los otros, y si al realizarlos notamos sensación de vértigo o mareo, deberemos parar y consultar con el personal sanitario.
Primer ejercicio: Partimos de posición erguida, y debemos mover la cabeza hacia adelante intentando llegar hasta el pecho, sin forzar, cada uno lo que pueda, y a continuación volver la cabeza hacia atrás, también lo que su cuello le permita. Suavemente. Varias veces.
Segundo ejercicio: Mirando siempre a un punto fijo hacia el frente, mover la cabeza hacia un lado y luego hacia el otro. Lentamente. Se pueden escuchar crujidos. Y repetir varias veces.
Y tercer y último ejercicio: Girar la cabeza a ambos lados, para acabar mirando a objetos que se encuentren a nuestra derecha y nuestra izquierda. Lentamente. Y repetir varias veces.
Estos son los ejercicios que proponemos a los enfermos de artrosis, y que han demostrado ser muy beneficiosos para sus articulaciones dañadas. Lo dice la ciencia. Los recomiendan médicos y fisioterapeutas. Y desde la Farmacia de la Mulilla le animamos a realizarlos. Se trata de invertir un poco de nuestro tiempo en mejorar nuestra salud. Es cuestión de crear el hábito de realizarlos, y sus articulaciones se lo agradecerán.
sábado, 22 de abril de 2023
Artículo ARTROSIS 7 - Ejercicios específicos en la artrosis
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