martes, 7 de junio de 2022

Artículo ARTROSIS 3: Factores de riesgo de padecer la enfermedad

 


En este artículo, tercero de la serie dedicada a la artrosis, trataremos el tema de los factores de riesgo de padecer artrosis. Los factores de riesgo de padecer una enfermedad son aquellas circunstancias que se dan con mayor frecuencia en los enfermos de una determinada patología, y que por tanto, pueden tener influencia en la aparición de esa dolencia.


Vamos a comenzar tratando aquellos factores de riesgo sobre los cuales no podemos hacer nada de forma activa, es decir, aquellos no modificables por nuestra parte al ser inherentes a nuestro organismo tal y como es.


El primer factor de riesgo de padecer artrosis es la edad. Es el de mayor relevancia. Los enfermos de artrosis tienen por lo general más de 50 años. No es habitual encontrarnos enfermos de artrosis por debajo de esa edad. Así, debemos ser conscientes que, a partir de los 50 años, las probabilidades de padecer artrosis aparecen, y van a ir aumentando conforme vamos cumpliendo años. El desgaste del cartílago de las articulaciones, por tanto, suele venir asociado a su natural deterioro debido a la edad.


El segundo factor de riesgo no modificable de padecer artrosis es el sexo, ya que es más frecuente en las mujeres que en los hombres. Parecer ser que la genética femenina tiene una menor dedicación al cuidado de los cartílagos articulares, lo que hay que aceptar como una diferencia entre los individuos de distinto sexo.


El tercer factor es el factor hereditario, ya que se demuestra que la artrosis aparece con mayor frecuencia en pacientes cuyos padres o abuelos también sufrían esta enfermedad. Aquí la genética también juega un papel fundamental, pues si nuestros antepasados tenían alguna diferencia en sus genes que les hacía tener altas probabilidades de padecer artrosis, nosotros heredaremos esa diferencia genética, y nuestro riesgo de padecer artrosis será mayor que el de otros individuos.


Y el cuarto y último, es la menopausia. La menopausia provoca una serie de alteraciones de tipo hormonal en el cuerpo de la mujer que favorece la aparición de la enfermedad artrósica. Además, es una combinación de los dos primeros factores de riesgo, al coincidir el comienzo de la menopausia en torno a los 50 años de edad en la mujer.


Así pues, los 4 factores de riesgo no modificables de padecer artrosis son los siguientes: edad superior a 50 años, sexo femenino, componente hereditario, y menopausia.


Vamos ahora con los factores de riesgo modificables, es decir, aquellas circunstancias que se pueden evitar de forma activa por el paciente, y que el paciente de artrosis debe conocer para centrar sus esfuerzos en lograr su desaparición, pues están relacionadas de forma importante con las probabilidades de padecer artrosis.


El primero y más importante es la obesidad. La obesidad provoca una sobrecarga del sistema articular, es decir, sometemos a nuestras articulaciones a un peso superior al que pueden gestionar, y la consecuencia es la aceleración de problemas articulares como la artrosis. Es como si la pieza de una máquina estuviera diseñada para soportar un peso determinado, y en su funcionamiento diario se ve sometida a un peso superior en un 50% o incluso más; el desgaste que sufrirá será inevitablemente mayor que si se expone al peso para el cual fué diseñada esa pieza.


Además, la obesidad está relacionada, según numerosos estudios científicos, con un número enorme de enfermedades de todo tipo, como metabólicas, cardiovasculares y oncológicas. Así, nuestra recomendación es que luche usted contra su obesidad, tomando una serie de decisiones de estilo de vida, como reducción de la ingesta calórica o actividad física regular, para evitar enfermedades como la artrosis y otras de igual o mayor relevancia para su salud.


El segundo factor de riesgo de tipo modificable de padecer artrosis es el realizar determinadas actividades laborales que conllevan la flexión exagerada de las articulaciones, como por ejemplo las actividades propias del trabajo en el sector de la construcción. Recomendamos seguir las pautas sobre seguridad laboral e higiene postural en el trabajo para intentar reducir el impacto de estas actividades en nuestra salud articular.


Y por último, la gente que ha sido deportista de élite también presenta un nivel mayor de enfermedades articulares como la artrosis, se supone debido a un desgaste excesivo por la alta carga de entrenamiento y competición.


Por tanto, los 3 factores de riesgo de tipo modificable de padecer artrosis son los siguientes: obesidad, trabajos con hiperflexión de las articulaciones, y ser deportista de élite.


En resumen, el principal factor de riesgo de padecer artrosis es la edad. En pacientes menores de 50 años no suele aparecer. Y también está elevado este riesgo en personas con antecedentes familiares de artrosis, y en mujeres, sobre todo a raíz de la aparición de la menopausia. Además, hay una serie de comportamientos a lo largo de nuestra vida, como la obesidad, haber trabajado en ocupaciones de alto esfuerzo para las articulaciones, o el haber sido deportista de élite, que pueden aumentar el riesgo de padecer la enfermedad artrósica.




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